Adrián Kurayami

Infancia

Adrián Kurayami nació en Zafiro Island, una de las islas ubicadas al noroeste del continente Ochima.

A una temprana edad, recibió el entrenamiento necesario para convertirse en un asesino de élite, desarrollando un extraordinario sentido del oído. Decidió tomar la guadaña como su arma principal y se especializó en su uso.

Siempre demostró un gran talento y potencial, pero lo desperdiciaba porque no le gustaba esforzarse. Para su suerte, su familia tenía todas sus esperanzas, expectativas y atención puestas en su hermano mayor, quien era perfecto en todos los aspectos. Esto le permitió pasar desapercibido, haciendo lo mínimo.

Desde que Emiko nació y la vio por primera vez, formó un lazo muy especial con ella, llegando incluso a sentir cuando estaba en peligro o necesitaba ayuda.

Niñez

Nunca le importó que su tío le enseñara a su primo postizo los secretos de la familia. Tampoco tenía nada en contra de él. De hecho, se podría decir que le caía bien.

La muerte de Bernard fue muy dura para Adrián, ya que lo quería mucho y sentía que era el único que lo entendía y apoyaba, pese a su forma de ser. A partir de ese momento, comenzó a odiar a Yoru hasta el punto de querer asesinarlo con sus propias manos.

Un par de años más tarde, su padre empezó a enseñarle el arte del Nen, que dominó en tan solo tres meses. Sin perder tiempo, realizó el examen de cazador y lo aprobó.

Adolescencia

A la edad de 12 años, inició su propia investigación para averiguar la causa por la que Yoru mató a su tío. Al descubrir la verdad, su odio hacia él desapareció. Sin embargo, no pudo perdonarlo del todo.